Textos de Heidegger
¡Chicxs! Os dejamos aquí unos textos de Heidegger que os ayudarán con la unidad de metafísica.

1.
[Yo] voy a evocar una nueva vivencia, no sólo para mí mismo, sino que les pido a todos ustedes, a cada yo-mismo singular, sentados aquí, que hagan lo mismo. Se trata de que todos nos coloquemos en el lugar de una vivencia hasta cierto punto unitaria y compartida. Ustedes entran como siempre en el aula a la hora acostumbrada y van a su puesto de costumbre. Retengan con firmeza esa vivencia de "ver su puesto" o, si lo prefieren pueden ustedes compartir mi propia experiencia: entro en el aula y veo la cátedra. Prescindamos de una formulación lingüística de la vivencia- ¿Qué "veo"? ¿Superficies marrones que se cortan en ángulo recto? No, veo otra cosa. ¿Veo una caja, más exactamente una caja pequeña colocada encima de otra más grande? De ningún modo. Yo veo la cátedra desde la que debo hablar, ustedes ven la cátedra desde la cual se les habla, en la que yo he hablado ya. En la vivencia pura no se da ningún nexo de fundamentación, como suele decirse. Esto es, no es que yo vea primero superficies marrones que se entrecortan, y que luego se me presentan como caja, después como pupitre, y más tarde como pupitre académico, como cátedra, de tal manera que yo pegara en la caja las propiedades de la cátedra como si se tratara de una etiqueta. Todo eso es una interpretación mala y tergiversada, un cambio de dirección en la pura mirada al interior de la vivencia. Yo veo la cátedra de golpe, por así decirlo; no la veo aislada, yo veo el pupitre como si fuera demasiado alto para mí. Yo veo un libre sobre el pupitre, como algo que inmediatamente me molesta (un libro, y no un número de hojas estratificadas y salpicadas de manchas negras); yo veo la cátedra en una orientación, en una iluminación, en un trasfondo.
Seguramente que ustedes dirán que esto se halla inmediatamente en la vivencia, para mí, y en cierta manera también para ustedes, pues ustedes también ven este conglomerado de tablones de madera como cátedra. Este objeto que todos percibimos aquí tiene de alguna manera el significado concreto de "cátedra".
Martin Heidegger, La idea de la filosofía y el problema de la concepción del mundo
2.
[...] Reproduzcamos la vivencia con toda su viveza y examinemos su sentido. No se trata todavía de una cosificación y objetivación de la vivencia, de una concepción contraria a la vivencia, si digo que ésta es algo como un <yo me comporto>. Lo realmente decisivo es que en la simple contemplación no encuentro algo así como un <yo>. Lo que veo es que [ese <yo>] vive, es más, que vive algo.
Sumerjámonos de nuevo en la vivencia. ¿Contiene la vivencia algo así como una referencia significativa a mi yo, al que está aquí delante de la cátedra, con este nombre y esta edad? Hagan ustedes mismos la prueba y pregúntense: ¿en la pregunta <<¿Hay algo?>> se esconde algún para mí: la señorita licenciada en filosofía, el señor Dr.X, el estudiante de derecho? Está claro que no. Así pues, no sólo se aprehende inmediatamente un yo, sino que al ampliar el campo de mi intuición -esto es, al no limitarme justamente a mí mismo- se ve que el sentido de la vivencia no guarda ninguna relación con un yo singular. Precisamente porque el sentido de la pregunta remite en general a un yo, no puede mantener ninguna relación con mi yo. Ambos fenómenos se implican necesariamente. Precisamente porque el sentido de la vivencia no mantiene ninguna relación con mi yo (conmigo como siendo tal o cual), el yo y la, de alguna manera, necesaria referencia al yo quedan fuera del alcance de la simple observación. Como se mostrará más tarde, esta afirmación no es una mera tautología.
[...] Pero la vivencia también es, aunque se evite cualquier tipo de cosificación y cualquier intento de insertarla en un contexto objetivo. La vivencia tiene un ahora, está ahí -y de alguna manera es incluso mi vivencia, la vivo, forma parte de mi vida [...]
Martin Heidegger, La idea de la filosofía y el problema de la concepción del mundo